Empordà
El Empordà es una hermosa comarca de la provincia de Girona, en el vértice más al nordeste de Catalunya. Este paso natural de La Jonquera, entre las montañas, es el conector de la península con Francia y el resto de Europa más concurrido. Sus paisajes dan la bienvenida a la mayoría de turistas y viajeros que llegan al país desde el norte. Esta característica, junto a su amplio acceso al mediterráneo, la han convertido históricamente, a pesar a su hondo carácter rural y agrícola, en una zona muy bien conectada y abierta a influencias procedentes de otras culturas. No en vano fue testigo del primer asentamiento griego en la península.
Personajes ilustres como Francesc Monturiol (ideólogo e inventor del submarino), Josep Plà (escritor y viajado cronista de la Europa del siglo XX) y el genial Salvador Dalí nacieron y desarrollaron su personalísimo carácter en estas tierras.
Personajes ilustres como Narcís Monturiol (ideólogo e inventor del submarino), Josep Pla (escritor y viajado cronista de la Europa del siglo XX) y el genial Salvador Dalí nacieron y desarrollaron su personalísimo carácter en estas tierras. Pla lo llamaba El meu país (Mi país). Y es que sorprende, en una región tan pequeña, la enorme variedad y los contrastes de sus paisajes. Encontramos desde las playas largas y apacibles de Palamós hasta las pequeñas calas de aguas turquesas en Begur; desde las Gavarres hasta la vieja sierra del Montgrí, en el Baix Empordà. Podemos cruzar los Aiguamolls con sus bandadas de pájaros en migración y coronar las montañas, a veces nevadas, de la Albera y las Salines, o pasearnos por entre las rocas lunares del cabo de Creus, en el Alt Empordà.
Sus cielos son mundialmente famosos, sobre todo gracias a Dalí, pero son muchos los pintores y artistas que han decidido vivir y trabajar bajo su hechicera luz. Y es que esta región cuenta con numerosos ingredientes que hacen de ella un lugar idílico: la amabilidad de sus campos de cultivo, sembrados de viñas y olivares y flanqueados por hileras de cipreses que los protegen de la tramontana; la gracia de sus pueblos medievales, siempre encaramados a pequeñas colinas para protegerse de los ataques de los piratas berberiscos… Desde hace décadas, el Baix Empordà es un destino turístico de lujo y segunda residencia de adinerados urbanitas barceloneses. En cambio, el Alt Empordà se ha mantenido más salvaje. Su condición fronteriza y su posición vulnerable frente a la tramontana lo hacen más agreste y extremo. Con más carácter. Aquí es donde vivimos y donde BRAVANARIZ tiene su campo de operaciones. Este maravilloso lugar alberga todos los materiales para la elaboración de nuestras fragancias naturales del Empordà.